Si tuviera que excluir del vocabulario del mundo alguna frase, estoy segura y no dudaría por un segundo que serían las tres palabras que conforman el famoso: "Could have been" o sea dicho en español: "Pudo haber sido"...
Esta unión malévola, es el retrovisor del vehículo de la vida de cada ser humano habitante del planeta, que de algún modo se las ha ingeniado a través del tiempo para dejar una puerta cerrada con un inmenso ojal en la cerradura y te provoca seguir mirando (y peor, imaginando) con sed sádica lo que pudo haber pasado en alguna situación; lamentablemente este "Could have been" se ha prostituido en los anaqueles de todo tipo de relaciones humanas y pues, es por excelencia el reproche de alguien que no está conforme con cómo terminaron las cosas.
Pensemos... cuántas veces no ha pasado por nuestras mentecillas eso de: "pudo haber sido genial, pudo haber sido la mujer/el hombre de mi vida, pude haber estado ahí, pudo haber sido el trabajo de mis sueños, pude haber sido millonario" miles y miles de "could have been" transitan a través del cerebro humano como si fuesen necesarios, pero somos nosotros los catalizadores de la lentitud o rapidez de esos pensamientos, el detalle es que no nos damos cuenta.
Resulta patético pensar que nuestra vida se detenga por algo, por alguien, o sencillamente porque una situación no se dió de la forma en la que esperabamos que terminara, y ahí, en ese preciso momento y con el sol de frente, salimos corriendo con nuestros ojos dependientes a mirar por la cerradura de lo que pudo haber pasado y no ocurrió, como si definitivamente eso hubiese sido una mejor alternativa al presente, a la realidad que no queremos ver.
Pero he ahí el dilema, existen en el mundo millones de personas detenidas en el tiempo, como encapsulados en lo maravilloso de lo que algo pudo haber sido y es precisamente eso lo que no nos deja avanzar, pero cómo hacerlo si estamos mirando hacia atrás? para qué movernos hacia adelante si lo que deseamos con el alma es ir justamente en el sentido contrario? ahí es donde yo me pregunto: estamos dispuestos a retroceder?, a volver a sentir?, con tal de obtener algo aunque sea similar a lo que esperabamos que fuera y que definitivamente no fue?, merece la pena?, no lo creo.
Muy bien lo dijo Bertrand Russell "¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?" obviamente él tenía la razón, mirar al pasado es querer ser quien ya no somos, es involucionar en emociones, es sentirnos vulnerables e inconformes con lo que somos hoy día, es rechazar el hecho de que en este momento, ahora, somos personas mucho mejores que antes! y sigo sin entender por qué habría alguien de desear las migajas del tiempo.
La adicción al "Could have been" es naturalmente una pérdida de tiempo, de esfuerzos... y sino, pregúntate cómo es posible que quieras avanzar si sigues mirando hacia el pasado, fácil: quien mira atrás siempre se tropieza porque está tan al pendiente de lo que pudo haber pasado, tan necesitado de que suceda lo que cree que es mejor para sí, que deja de prestar atención a lo que está por venir.
Nada en esta vida es aprendido por anticipado, sino qué juego inútil estaríamos viviendo? pero de lo que yo sí estoy segura es que como en la historia de Sodoma y Gomorra: mirar atrás es convertirse en estatua de sal, y la verdad es que la vida es demasiado hermosa y demasiado corta como para no querer ver todo el paisaje mientras avanzas hacia el día en el que ya no estés por estos rumbos.
Lo que mejor ha resultado para mí es quemar mis puentes, también lo dijo Russell: "Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar", hay que avanzar por la vida desechando el pasado, guardando buenos recuerdos pero avanzando hacia el frente, hacia el futuro... es lo único que nos garantiza que en el transcurrir el tiempo seamos cada vez mejores, mas completos y más sabios... y si eso fuera fácil no hubiese tanta gente rumbo a la puerta de salida! es una tarea a veces diaria, pero una tarea necesaria, de esas labores personales que uno sencillamente debe hacer por salud mental.
Mi hermanita menor siempre se ha vanagloriado de mi capacidad de olvidar en cualquier situación que se presente y que no haya resultado como he querido, yo hasta hace algun tiempo podría haber jurado que sufría de una pérdida anormal de la memoria o que tenía el don divino del olvido selectivo, pero luego me dí cuenta que en realidad no gozo de esos regalos de la vida, ni siquiera hay un secreto para ello! sólo me amo profundamente y me aseguro de quemar todos los puentes que dejé a mis espaldas, aquellos que me pudieran hacer caer en la adicción de salir corriendo al ojal de la puerta, de allí únicamente dejo los puentes que me encuentre de frente, porque si bien es cierto que seguiré quemándolos, bienvenidos serán aquellos que aún no he cruzado, porque me permitirán seguir creciendo o en el peor de los casos me permitirán seguir apuntando a mi felicidad personal.
He dicho!